Más de 700 productores independientes de palma aceitera han logrado mejorar su calidad de vida gracias a este cultivo, acompañados de asesorías y capacitaciones impulsadas por el Grupo Palmas, que les permite profesionalizarse y tener una mejor gestión de su negocio.

De esta manera, ganan hasta el 60% de 150 dólares por cada tonelada vendida, explicaron diferentes palmicultores de Tocache, en la región San Martín, y de Pucallpa, en la región Ucayali.

Ana Villasís y Mariluz Córdova son dos mujeres de las regiones Ucayali y San Martín, respectivamente, que abandonaron cualquier relación con la hoja de coca y ahora apostaron todo para profesionalizar el cultivo de la palma aceitera, el cual sirve como insumo para diversos productos como la leche, el pan, el chocolate, entre otros.

Elmer Fernández, miembro de la Asociación de Productores de Palma Aceitera Jorge Chávez-Río Espino – APPACHE, también indicó que un palmicultor puede sembrar desde 143 plantas por hectárea y ganar entre el 40% y 60% de los 150 dólares por tonelada de Racimo Fruto Fresco (RFF) que venda (el precio lo marca el mercado internacional). Con el resto se costea la limpieza de las parcelas de palma, su abono o fumigación, porque hay plagas que pueden matar la planta, como la “marchitez sorpresiva” o “anillo rojo” y dejarlos sin cosecha.

En la actualidad, solo en cuatro regiones peruanas se cultiva la palma aceitera: Ucayali, San Martín, Huánuco y Loreto. Hasta el 2019, según cifras del Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI), existían en Perú cerca de 7200 productores de palma, produciéndose aproximadamente más de 933 mil toneladas de RFF dentro de un total de más de 90 mil hectáreas cosechadas.

“El modelo de Cadenas Productivas del Grupo Palmas agrega valor a la producción sostenible de pequeños productores, mediante un precio justo y pago oportuno, trazabilidad de su producción y asesoría permanente para maximizar la productividad de sus plantaciones”, aseguró Grupo Palmas, empresa con la mayor producción de aceite de palma en el Perú.

Reducción de deforestación

El sector palmero peruano, así como en otros lugares del mundo, ha tenido denuncias por deforestación de los bosques para sembrar la palma; ante ello, los voceros del Grupo Palmas señalan que “cuenta con herramientas ambientales para reducir el riesgo de deforestación y una política de sostenibilidad que nos compromete a conservar la Amazonía; protegemos más de 11 mil hectáreas de bosques en nuestras operaciones. Este sector ha permitido sacar a miles de familias de una economía ilegal hacia una legal, y así salir de la pobreza”.

“Grupo Palmas es la única empresa peruana Roundtable on Sustainable Palm Oil (RSPO) del Perú en toda su cadena de valor, desde la refinería hasta sus plantaciones. Esta certificación RSPO es la más importante del mundo que garantiza una producción sostenible de aceite de palma. Tenemos una hoja de ruta de sostenibilidad y actualmente también acompañamos a los agricultores de nuestras cadenas para que puedan certificarse”, informa la empresa.

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