En un esfuerzo por contribuir al desarrollo de la niñez y brindar apoyo en momentos difíciles, la compañía Molinera del Centro (Molicentro) ha unido fuerzas con la trasnacional Cargill para llevar a cabo un ambicioso proyecto conjunto.

La iniciativa consiste en la creación de un centro de emprendimiento denominado ‘La Panadería de Gina’, ubicado en el Hogar de Gina, un sitio de acogida en Chosica que alberga a niñas en situación de desprotección.

El propósito central de esta obra es brindar un espacio de aprendizaje mediante el desarrollo de habilidades en el ámbito de la panadería y la repostería. Además, se busca inculcar en ellas el concepto de emprendimiento, responsabilidad y autonomía. El centro contará con expertos panaderos y reposteros de la empresa, quienes compartirán su conocimiento y experiencia con las menores, así como los insumos que también serán provistos inicialmente.

La inversión destinada a este emprendimiento es de alrededor de 50 mil dólares, reflejando el compromiso y la dedicación de las empresas involucradas en esta noble causa. Este proyecto innovador servirá como modelo para otros hogares de acogida en todo el país, con la intención de replicar la experiencia y generar oportunidades similares para más menores en situación de vulnerabilidad.

“Molinera del Centro siempre ha estado comprometida con los problemas del país, y en este caso, estamos realizando un proyecto conjunto con Cargill, una de las proveedoras de granos más grandes del mundo. Calculamos que en dos meses ya tendremos el centro funcionando y capacitando a las niñas. Y por qué no, siendo un ejemplo para las más de 300 casas de acogida que hay en Lima”, señala Fernando Mariátegui, CEO de Molinera del Centro.

Esta semana se llevó a cabo la ceremonia de colocación de la primera piedra del Centro de Emprendimiento, en la que estuvieron presentes funcionarios de la Municipalidad de Chosica, representantes de Cargill en el Perú y el equipo de Molicentro, quienes manifestaron su entusiasmo y compromiso para hacer realidad esta iniciativa.

El Hogar de Gina, administrado por la dedicada Rocío Elizabeth Rentería López, ofrece un entorno amoroso y seguro para las niñas, quienes reciben cuidados, educación y apoyo integral. “Desde hace 14 años conocemos este hogar, y en este tiempo las hemos acompañado, visitado y apoyado con algunas necesidades”, apunta el directivo.

Añade que este esquema en específico nació porque Cargill maneja un importante fondo de ayuda social a nivel mundial y buscan las mejores causas y los mejores proyectos. “Nosotros les presentamos este proyecto y les encantó y nos hemos embarcado con ellos para sacarlo adelante”, precisa Mariátegui.

Más allá de la harina, el CEO de Molicentro es un fiel creyente de que este es un proyecto absolutamente escalable y replicable, calificándolo como ambicioso. Recalca que no se limitan únicamente a la enseñanza de técnicas de repostería y pastelería, sino que también incluirán clases de emprendimiento. “Queremos que estas niñas adquieran capacidades desde muy pequeñas, porque el espíritu emprendedor se puede aprender desde temprana edad”, manifiesta.

Otro punto importante es la autosostenibilidad de este primer proyecto. Se espera que el centro sea capaz de generar sus propios recursos económicos. Es por ese motivo que este modelo se puede replicar en diferentes lugares del país, contribuyendo a la generación de oportunidades para más personas.

“Estamos genuinamente comprometidos con este proyecto, y pensamos que, si lo podemos hacer aquí, lo podemos hacer en más lugares. Como CEO, tengo la convicción de que no solamente se trata de administrar un negocio que vaya bien y manejar al grupo de trabajadores, sino que debemos extender lo que sabemos para generar más autosostenibilidad en el país”, refirió Mariátegui.

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