Hace unos días, el caso de abuso sexual a una menor de tres años en Chiclayo indignó a todo el país, pero, lamentablemente, esta situación condenable es más común de lo que parece.
De acuerdo con estadísticas del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), más de 21 mil menores han sido víctimas de violencia sexual durante los últimos cuatro años. Es decir, 15 menores son abusados en el Perú cada día: una realidad que estremece y que necesita ser atendida de manera preventiva tanto por las autoridades como por las familias.
En opinión de Kelly Vásquez Nomberto, doctora en Psicología y docente de la Escuela de Posgrado de la Universidad César Vallejo (UCV), es importante que los padres de familia aborden este tema con sus hijos, a manera de prevención, enseñándoles a cuidar su cuerpo y denunciar cualquier situación que les incomode.
“Al brindarles a los niños conocimientos y herramientas necesarios sobre la violencia sexual, podríamos salvarlos de ser víctimas de diferentes abusos. Debemos tener presente que esto puede suceder en cualquier lugar y el abusador podría estar cerca de la víctima o ser parte de su entorno”, señaló Vásquez Nomberto.
Para ayudar a prevenir este tipo de situaciones, la especialista compartió algunos consejos para abordar con nuestros hijos:
- Hablar del tema en forma clara y oportuna.
Ellos deben saber que nadie puede tocarlos y que su cuerpo se debe respetar. Es decir, debemos enseñarles que cualquier persona que quiera acercarse a ellos no debe forzarlos a hacer o recibir caricias que los hagan sentir incómodos.
- Enseñarles sobre la privacidad.
Es importante que los padres enseñen a sus hijos que hay momentos de privacidad. La hora de ir al baño, el momento de cambiarse o la hora de ducharse son momentos propios del niño o niña y en los cuales nadie (ni siquiera los padres) tienen derecho a presenciar.
- Hablar de casos de abuso de acuerdo a su edad.
Debemos enseñarles a nuestros hijos que existen personas que cometen hechos que afectan su salud, integridad y normal desarrollo.
Es necesario hacerles saber que, si alguien les pidiera hacer cosas que los dañen o los pongan en peligro, deben clamar por ayuda y no quedarse callados. Así mismo, deben explicarles que es un delito y que es sancionable. Todos estos mensajes deben ser dados considerando la edad del menor.
- Darles confianza y ser cercano a tus hijos.
Ello fomentará que tengan apertura y cuenten lo que les pasa. Remarcar que no debe haber secretos entre hijos y padres. Asimismo, dejarles claro que, bajo ningún concepto, ustedes los castigarán por algo que hizo otra persona en contra de ellos. Por el contrario, recibirán todo su apoyo y protección.
- Estar vigilante y atento a los cambios de tus hijos.
Si eres un padre presente física y emocionalmente, notarás cualquier cambio por más pequeño que sea en tus hijos. Es necesario ser minucioso en la observación. Tal vez puedas advertir cambios en su conducta, en sus emociones o rechazo hacia alguien. Ello ya es una señal de alerta de que algo no está bien.
Esto también aplica para cambios que se presenten con alguna persona en específico. Si alguna vez notas que tu hijo o hija ha cambiado su comportamiento con una persona (sea quien sea), conversa y pregunta a qué se debe. Nunca obligues a abrazar, besar, o acercarse a personas si tu hijo o hija no quieren.
- Administrar, supervisar y controlar el uso de las redes sociales.
Las redes sociales no solo sirven para comunicarnos con el mundo cibernético. También pueden ser la plataforma ideal para que se vulneren derechos de los niños y adolescentes. Es por ello que se hace necesario la presencia de un adulto, ya que nadie sabe si un pedófilo o psicópata está detrás de una pantalla queriendo abusar de tu hijo. Debes asegurarte de que sus contactos sean personas reales y que las conozcas. Sirve poner filtros o bloqueos a ciertas páginas, así como controlar el tiempo que están navegando en internet.
- Enséñales cómo salir de situaciones incómodas o aterradoras.
Se les debe explicar que, por más que sea alguien mayor y que conozca, si le pide algo como dejarse tomar fotos, enviar fotos de su cuerpo, tocarse o tocar a la otra persona, debe decir siempre “NO”. Para ello, el menor podría ganar tiempo e inventar una excusa mientras busca ponerse a salvo. Pueden decir cosas como “voy a ir al baño” o “tengo sed”, para que pueda pedir ayuda. Asimismo, establece con tu hijo un código (palabra clave) que signifique que está en peligro y que necesita ser ayudado.
“También debemos recordar que, si somos testigos de algún caso de abuso a un menor de edad, debemos recurrir a la autoridad más cercana para denunciar el hecho. La protección de los niños depende de todos”, finalizó la docente de la Escuela de Posgrado de la Universidad César Vallejo, quien a su vez recalcó que ante el dolor de una familia que haya pasado por una situación de violencia sexual, debemos ser empáticos y respetuosos.