Roger Cuadros León, psicólogo del Centro de Salud Mental Comunitaria (CSMC) Honorio Delgado, explica que la esquizofrenia es un trastorno mental severo que se caracteriza por la pérdida de contacto con la realidad, se presentan alucinaciones o percepciones falsas, ideas delirantes (creencias falsas), habla y conductas desorganizadas, emociones restringidas, déficit cognitivo (deterioro del razonamiento y la resolución de problemas) y falta de relaciones laborales o sociales.

La esquizofrenia es una enfermedad mental relativamente común. Se estima que una de cada 100 personas sufrirá la enfermedad en el curso de su vida. Asimismo, un punto importante es que los síntomas comienzan habitualmente en la adolescencia o al comienzo de la edad adulta. Además, uno o más episodios de síntomas deben durar igual o más de 6 meses antes de establecer el diagnóstico.

En ese sentido, ¿Cuáles son aquellas señales de alerta que nos pueden llevar a pensar que un familiar o amigo podría padecer de esquizofrenia y lograr un diagnóstico temprano?

Si bien la esquizofrenia puede manifestarse de diferentes formas, los primeros signos que pueden indicar un problema incluyen: no cuidar la higiene personal (no bañarse más), abandonar la escuela o dejar de trabajar son otros signos tempranos de la enfermedad, ver o escuchar cosas que no están realmente ahí, actuar o hablar de una forma poco usual (sin sentido), tener pensamientos desordenados, tener creencias extrañas o pensamiento mágico, apartarse de los demás.

También incluye no tener ninguna motivación, tener cambios dramáticos en los patrones de sueño, alucinaciones, delirios (como pensar que los están siguiendo, o les quieren hacer daño), hablar de una manera revuelta o confusa, repetición de ciertos comportamientos y aislamiento social.

La esquizofrenia es una enfermedad que normalmente dura toda la vida como la diabetes y la hipertensión arterial. La mayoría de las personas con esquizofrenia necesitarán atención médica especializada y medicación de por vida.

El especialista Roger Cuadros comenta que los medicamentos antipsicóticos son el tratamiento más efectivo para la esquizofrenia, estos cambian el equilibrio de químicos en el cerebro y pueden ayudar a controlar los síntomas.

Pero, además, aparecen otras alternativas para incorporar a los psicofármacos como la psicoterapia individual, la cual puede ser útil para muchas personas con esquizofrenia, pues las técnicas conductuales ayudan a poder disminuir los síntomas y generar nuevas conductas.

En el caso de la psicoterapia grupal, esta favorece al desarrollo de entrenamiento de habilidades sociales, le ayudan a la persona a desempeñarse mejor en situaciones sociales y laborales.

“Está también la psicoterapia familiar, imprescindible dentro de una atención organizada y compleja de la esquizofrenia, se ha demostrado su eficacia en la disminución de recaídas psicóticas, en mejorar el clima familiar y el funcionamiento social”, aseveró.

La Dirección de Salud Mental viene incorporando al plan de atención de pacientes con esquizofrenia diferentes medidas para el oportuno diagnostico y mejor tratamiento de estos pacientes a fin de su recuperación funcional.

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