En los últimos meses, el pico epidemiológico que vivió América Latina por la fiebre amarilla disparó la demanda de la vacuna. Este año, por ejemplo, el Ministerio de Salud (MINSA) puso sobre la mesa la Hoja de Ruta de Inmunizaciones 2025, con la que se busca alcanzar una cobertura superior al 95 % en todas las vacunas.
«Es muy importante tener en cuenta que estar al día con las vacunas durante la adultez no solo nos protege a nosotros, sino también a quienes nos rodean», advierte la experta. «Bebés que aún no han completado su calendario, personas mayores, personas con defensas bajas y pacientes crónicos. Es un acto de responsabilidad social y de salud pública».
Además, virus como la influenza cambian con rapidez, lo que obliga a renovar la protección cada año. Otras inmunizaciones requieren refuerzos periódicos, ya que la respuesta inmunitaria natural —o la inducida por una vacunación previa— disminuye con el paso del tiempo.
¿Cuáles son las vacunas indispensables que hay que mantener al día?
Según detalla la especialista de la VIU, las vacunas básicas recomendadas para adultos en América Latina, que todos deberían revisar, incluyen: tétanos, difteria y tos ferina; influenza; hepatitis B; triple vírica; varicela; herpes zóster; neumococo; y COVID-19, cuyas dosis de refuerzo suelen administrarse antes de cada temporada respiratoria. Si bien cada país adopta su propio calendario, estas vacunas se consideran universales según la Organización Panamericana de la Salud.
En el contexto de las vacaciones, el control debe ser aún más riguroso. Muchos adultos desconocen que ciertos destinos exigen o recomiendan vacunas específicas, y que algunas deben aplicarse con semanas de anticipación.
«Por ejemplo, la vacuna contra la fiebre amarilla es una de las más comunes y resulta obligatoria para ingresar a ciertos países de África y Sudamérica», detalla Navarro.
«Otras, como la del cólera, se recomiendan para viajeros que se dirigen a zonas endémicas y tendrán contacto estrecho con la población. En cualquier caso, cada situación es particular y debe evaluarse con tiempo en un centro de vacunación internacional».
La recomendación de la Dra. Elisabet Navarro consiste en realizar una revisión anual del esquema de vacunación, especialmente antes de un viaje, un cambio de estación o un aumento de la circulación viral. Visitar un centro de vacunación internacional permite confirmar qué vacunas resultan necesarias según el país de destino, la edad, las condiciones de salud y los antecedentes médicos.
Mantener el esquema de vacunación actualizado reduce hospitalizaciones, previene brotes y protege a los más vulnerables. Y durante las vacaciones, es un punto de la lista que no se puede pasar por alto.



