Por: Daniel Higa Aquicira

Para cuando la economía familiar se debilita, un pequeño impulso financiero puede ser la solución a esas complicaciones, pero en países como México en donde un gran porcentaje de la población no cubre los requisitos para poder acceder a prestamos de las instituciones bancarias tradicionales, la solución puede estar en la palma de la mano a través de un teléfono inteligente .

Tala es una startup que busca innovar en el sector de los créditos personales, con una propuesta que va más allá de solo prestar dinero. “El propósito de nuestro producto es ayudar a esta población que no tiene acceso a otros servicios financieros, para que puedan estabilizar sus ingresos en el corto plazo”, nos cuenta en exclusiva David Lask, el General Manager de esta empresa.

Esta fintech ofrece préstamos a través de un smartphone y una aplicación digital a cualquier persona sin revisar su historial crediticio. Un modelo innovador que rompe con lo establecido por los bancos y de esta manera, dota a los usuarios de una identidad financiera propia y lo más importante, genera un ambiente de confianza mutua.

“Tala empezó sus operaciones en 2014 y la idea desde entonces ha sido apalancarnos de las nuevas tecnologías para apoyar la inclusión financiera en países en vías de desarrollo”, explica David Lask. Fundada por la emprendedora estadounidense de origen hindú Shivani Siroya, esta empresa actualmente opera en India, México, Filipinas y Kenia y ha otorgado más de seis millones de créditos.

Características de México

En México comenzó sus operaciones en 2017, actualmente la aplicación de Tala tiene más de un millón de descargas y “usando su sistema de evaluación alternativo”, busca “dar servicio a más de 79 millones de mexicanos” que están fuera de la banca tradicional, de acuerdo a cifras de la propia empresa.

El mercado mexicano es bastante amplio para esta empresa fintech, ya que cuenta con un sector financiero alternativo denominado economía informal, en donde se generan negocios y transacciones con grandes cantidades de dinero en efectivo, sin que esto quede registrado por parte de las autoridades fiscales.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 23 de cada 100 pesos del Producto Interno Bruto de México (PIB) se generan en la economía informal.

Las personas que laboran en este sector, no aparecen en los registros de empleos oficiales y por lo tanto, no tienen prestaciones ni acceso a seguridad social y no hay manera de conocer sus datos financieros ni sus perfiles crediticios, lo que los excluye de los productos de la banca tradicional.El sector informal representa como el 56% de la población mexicana y no tiene ningún tipo de registros fiscales, comprobantes de ingresos, no laboran en empresa formales ni pueden tener avales, por lo que un banco tradicional no los ve como sujetos de créditos

Aprovechando estas circunstancias, el modelo de Tala responde a la perfección a las necesidades de este grupo social, ya que esta startup “utiliza la información que tienen las personas en su celular para crear su identidad crediticia, sin tener que depender de la información que piden los bancos”. Con este simple proceso pueden conseguir un crédito en cuestión de minutos.

Una nueva cultura financiera

Pero más allá de solo conseguir clientes, David Lask asegura que “el objetivo de Tala es reeducar y crear una nueva cultura financiera en México”, esto a partir de políticas amigables con sus clientes que rompen con todos los esquemas establecidos.

Para lograrlo han desarrollado un concepto que denominan “camino de redención”, que tal como lo define Lask, es ofrecerle a los clientes una salida favorable en caso de que no puedan pagar sus créditos, así las dos parte ganan y ninguna abusa de la otra.

“Hablamos de los casos en donde los usuarios pasan por malos momentos y a pesar de que se esfuerzan, no pueden pagar el crédito. En ese momento tratamos de encontrar para ellos un ‘camino de redención’”, explica el director de Tala.

Entonces si alguien no puede pagar, Tala maneja una comisión por pago tardío y nada más. “No importa cuánto se tarde en pagar el cliente, esa cifra ya no se modifica y es lo único que deberán reembolsar las personas que se atrasaron con su pago”, dice Lask.

“Esto es un gran diferenciador en el mercado, ya que esto no es una deuda que crezca de manera indefinida por los intereses moratorios; pero una vez que se paga, las personas pueden acceder a mejores créditos, es decir, la puerta sigue abierta para cuando lo necesiten”.

Contrario con lo que pasa con los bancos tradicionales, que una vez endeudadas las personas son estigmatizadas y vetadas en todo el entorno financiero tradicional, el propósito de Tala es cambiar esto y que los usuarios no tengan miedo por acceder a un crédito.

“Entendemos que los momentos en la vida no siempre son buenos y por eso intentamos ayudar a las personas, para que sigan teniendo acceso a los productos financieros a pesar de esas dificultades”, señala David Laks.

Generar confianza en las fintech

Pero otro de los grandes objetivos de Tala es generar un ambiente de confianza con sus usuarios, al ofrecerles elementos para que puedan aprovechar todo el entorno financiero digital a su favor, ya que en ciertos sectores de la sociedad persiste la idea de inseguridad y temen ser víctimas de fraude.

“En el sector digital existe cierta desconfianza de ofrecer los datos personales a desconocidos y con razón, ya que puede ser usado de mala manera”, asegura Lask, lo que ha sido uno de los obstáculos a los que se ha enfrentado Tala.

Por ello reconoce que un gran reto para esta startup ha sido lograr que las personas conozcan los beneficios que tienen al hacer uso de nuevas plataformas financieras, “que entiendan que los servicios digitales son una gran ventaja en el día a día”, subraya.

De esta manera, advierte que es necesario “que la gente identifique quiénes son los jugadores importantes que tienen una propuesta de valor;  que son legítimos y que cuidan a sus clientes”.

De ahí que su propuesta incluye un componente educativo para poder distinguir entre las empresas legales y las fraudulentas, por lo que reconoce que “ha sido muy importante la ley fintech que comenzó a aplicarse en 2018 en México, que ha dado más claridad para que la gente entienda cuales son los servicios que se pueden usar y que están regulados por las autoridades”, lo que ha ayudado a prevenir  fraudes.

Entorno emprendedor en México

Pero además de esto, David Lask observa que en México se está dando un fenómeno muy interesante para el entorno emprendedor, que va en dos vertientes y que esto le ha dado un impulso muy importante al sector tecnológico.

Por un lado, están las startups y los emprendedores en un modelo más tradicional que buscan fortalecer sus proyectos a partir de inversiones y lo están logrando, ya que México se ha convertido en un país muy propicio para estas empresas.

“En términos de emprendimiento los dos mercados líderes en América Latina son México y Brasil. En gran parte es por la diversidad y tamaño de la población que tienen estos países, por lo que hace mucho sentido comenzar un negocio aquí  ya que hay muchas posibilidades de crecimiento exponencial”, explica Lask.

Esto lo podemos ver en el éxito que han tenido algunas startups en México y que han pasado a ser referentes mundiales.

“Lo vemos claramente en los niveles de inversión tanto local como internacional que hay en algunas de las nuevas empresas, los fondos internacionales tienen mucho interés en lo que está pasando en México y en los últimos meses se han creado unicornios a un ritmo inusitado, se ve esa consolidación de las ideas innovadoras y que más gente está pudiendo tener acceso a ellas”, afirma el CEO de Tala.

Nueva cultura emprendedora

Aunado a esto, también está la explosión de un nuevo modelo de emprendimiento, en donde son las mismas personas las que aprovechan el acceso a las plataformas digitales para comenzar con sus micro negocios a través del e-commerce.

“Un buen ejemplo de eso son los micro empresarios, que ahora venden en línea sin la necesidad de tener un local físico, pero también están los que se han quedado sin trabajo por cuestiones de la pandemia y han aprovechado para seguir sus sueños al comenzar un nuevo negocio”, explica David Lask.

Por lo que agrega, “el hecho es que ahora se pueda comenzar una nueva empresa desde el propio hogar solo con una conexión a internet, una computadora o dispositivo móvil”, situación que se ha acelerado con la pandemia.

Sin duda “esto es interesante ya que está surgiendo una nueva cultura emprendedora en México, que está abarcando a todos los niveles de la sociedad y rompe con el modelo clásico del emprendedor, el cual necesita una base financiera sólida y modelos más elaborados de negocios, pero la realidad es que gracias al aprovechamiento de esas tecnologías hay más apertura para comenzar nuevos negocios, con muchas más opciones”, explica.

Recomendaciones para los nuevos emprendedores

David Lask tiene una amplia experiencia en el mundo emprendedor, antes de llegar a Tala fundó tres startups en México y ha aprendido algunos secretos que considera pueden ser de provecho para los que apenas comienzan en esta aventura llamada emprendimiento.

“Una de las recomendaciones que haría a los nuevos emprendedores es que tienen que entender que es un proceso sumamente difícil y arduo; que estos proyectos exigen muchísimo tiempo de su vida, que los niveles de estrés son muy altos, pero tienen que dimensionar que los pequeños logros son mucho más grandes que las dificultades”, explica.

También advierte que hay muchas sorpresas y nada es como uno lo planea. “Es fundamental saber cuál es el objetivo, hacia dónde van, a dónde quieren llegar, pero entendiendo que no conoces el camino para llegar a ese lugar”.

“El camino podría ir en una dirección y cambiar eventualmente, pero es fundamental nunca perder el foco del objetivo final, entendiendo que puede haber mucha variabilidad de cómo llegas a ese lugar”, agrega.

Finalmente explica que “no hay que tener miedo” a ser emprendedor ni a tropezar en el camino. “Ser un emprendedor también significa que el fracaso no es algo malo y se va a fracasar muchas veces. En lo personal he aprendido que cuando algo sale mal, es una nueva oportunidad para hacerlo mejor la próxima vez y para tomar mejores decisiones en el futuro”.

De tal manera que emprender “no es algo que asegure el éxito, tal vez falle el proyecto o no tengan un ingreso constante al inicio y a pesar de eso no hay que temer y entender que así es la vida, a veces vas a ganar y otras vas a perder, pero siempre hay que recordar que lo que estamos buscando es un proyecto que funcione para ir a otro nivel. En definitiva es un tema de perseverancia”, concluye el emprendedor.

 

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