El creciente énfasis en la salud física y mental en el entorno laboral actual resalta la importancia de identificar y abordar problemas como el “Síndrome del Ejecutivo“.
Este fenómeno, también conocido como workaholic, se caracteriza por un patrón de comportamiento en el que los individuos se sumergen excesivamente en su trabajo, incluso sacrificando tiempo de descanso y ocio.
Según Joaquín Mateu Molla, psicólogo y docente de la facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Internacional de Valencia – VIU, este síndrome tiene repercusiones significativas en la salud física, mental y emocional de quienes lo padecen, así como en sus relaciones personales.
Las personas afectadas suelen experimentar dolencias físicas relacionadas con el estrés, como dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, mareos y trastornos cutáneos. Además, están en mayor riesgo de sufrir burnout, un trastorno asociado al estrés laboral que se manifiesta en síntomas ansioso-depresivos y desinterés profesional.
El deterioro del sueño es otro síntoma común, ya que el constante estado de alerta ante las demandas laborales interfiere con los patrones naturales de sueño. Esta falta de descanso adecuado puede aumentar la ansiedad y conducir a episodios agudos de estrés, como ataques de pánico.
La dependencia excesiva de la tecnología también contribuye a este problema, ya que las personas con Síndrome del Ejecutivo tienden a estar constantemente conectadas a sus dispositivos, revisando correos electrónicos y notificaciones fuera del horario laboral. El consumo excesivo de sustancias estimulantes y depresoras del sistema nervioso central puede agravar aún más el estrés y sus efectos.
Incluso después de jubilarse, muchas personas continúan experimentando los efectos del Síndrome del Ejecutivo. El cambio drástico en la rutina puede generar sentimientos de soledad e incrementar los niveles de estrés.
En resumen, el Síndrome del Ejecutivo representa un desafío significativo para la salud y el bienestar de los trabajadores, destacando la importancia de establecer límites saludables entre el trabajo y la vida personal.
