La innovación educativa ya no es una tendencia: se ha convertido en una urgencia. En un entorno global marcado por cambios tecnológicos, sociales y ambientales acelerados, los modelos tradicionales empiezan a mostrar sus límites.
Según el Banco Mundial, los países que apuestan por la innovación en educación tienen más oportunidades de reducir la desigualdad, impulsar su desarrollo económico y adaptarse con mayor agilidad a las nuevas dinámicas del mercado laboral. Sin embargo, en América Latina, solo el 11 % de las universidades ha adoptado metodologías activas centradas en la resolución de problemas reales, de acuerdo con datos de la UNESCO.
Ante este panorama, resulta natural preguntarse: ¿por qué tantas universidades siguen aferradas a esquemas tradicionales, cuando el presente exige profesionales capaces de pensar críticamente, colaborar y adaptarse desde el primer día?
En este contexto, la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL) ha logrado un hito significativo: es la única universidad peruana que figura en el ranking mundial WURI 2025 (World University Rankings for Innovation), una clasificación que destaca a las instituciones más innovadoras del mundo por el impacto real de su propuesta educativa. En esta misma lista aparecen universidades como Harvard, MIT, Stanford, Yale y Princeton.
UCAL ingresó al Top 100 global en la categoría “Cultura y Valores”, que valora a las universidades que priorizan la experiencia del estudiante, la conexión con las industrias y la formación alineada a los desafíos actuales. La institución alcanzó el puesto 61 entre más de 1,253 universidades y 4,800 programas evaluados a nivel mundial.
A diferencia de otros rankings más tradicionales, que suelen enfocarse solo en reputación académica o producción científica, WURI considera aspectos como la innovación educativa, el emprendimiento, el aprendizaje aplicado y la transformación social. En ese sentido, el modelo de UCAL destaca por conectar a los estudiantes con el entorno real desde el inicio de su formación, impulsando proyectos que abordan problemas concretos y actuales.
“En el año 2023, hicimos un diagnóstico de nuestro ecosistema educativo a nivel nacional y entendimos que el modelo tradicional no era suficiente para preparar a los profesionales que el país necesita. A partir de ello, impulsamos un modelo propio, inspirado en las mejores prácticas educativas internacionales, centrado en la innovación, la empleabilidad y el impacto real que un estudiante en su formación debe tener”, señaló el rector José Ignacio Pacheco.
“Esto complementa nuestro compromiso de formar profesionales con pensamiento crítico, creatividad y una visión clara de cómo usar la tecnología para resolver los retos del país. Ese es el valor que UCAL aporta a la sociedad”, agregó.
Formación con propósito: creatividad y soluciones desde el primer ciclo
La innovación en UCAL no se queda en el discurso: se vive en cada aula y se refleja en los proyectos de sus estudiantes. Gracias a un enfoque de aprendizaje basado en experiencias reales, los alumnos aplican sus conocimientos desde el inicio de la carrera para generar soluciones que impactan en su entorno.
Entre los casos más representativos se encuentra “Sombras Tejidas”, una estructura de protección UV instalada en un colegio de Villa El Salvador, diseñada por estudiantes de Arquitectura.
También destaca “The Crew”, un proyecto en el que estudiantes de Comunicaciones asumieron roles clave en la producción del spot institucional de la universidad. Y “EcoMayu”, una torre atrapaniebla de inspiración biomimética que ocupó el cuarto lugar en el Innovation Challenge 2025.
Este reconocimiento internacional no sólo valida la propuesta educativa de UCAL; también pone en evidencia algo fundamental: cuando se confía en el talento joven y se les brinda las herramientas adecuadas, la innovación deja de ser un concepto abstracto y se convierte en una fuerza capaz de transformar realidades.