Por: Victoria Díaz Aguilar, Gerente de cuentas de Panduit

Desde su origen, los roles de la industria de la Tecnología de la Información (TI) han sido ocupados mayoritariamente por hombres, y aunque esta tendencia continúa y aún queda mucho camino por recorrer, la presencia de mujeres en áreas técnicas y profesionales es cada vez más habitual en este segmento económico.

El Foro Económico Mundial indica que el 24% de la mano de obra en el campo de la Informática a nivel mundial está conformada por mujeres. Además, un estudio realizado en el 2021 por el Laboratorio de Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo reveló que del 30% de participación femenina en la industria tecnológica, el 24% de ellas ocupa puestos ejecutivos. Sin duda, la cifra va en aumento, pero es importante acortar la brecha de participación femenina frente a la masculina en esta industria.

Del mismo modo, he observado que en el mercado laboral de TI hay una mayor presencia de mujeres en las áreas de centros de datos, programación, ventas técnicas y desarrollo de proyectos. Es evidente que las colegas femeninas realizan grandes aportaciones en los proyectos de ingeniería y desarrollo, en parte porque pueden aportar una perspectiva muy diferente. Esa visión es muy necesaria y un diferenciador clave.

Debemos valorar y reconocer a las mujeres que nos precedieron porque tuvieron que enfrentar prejuicios muy fuertes y experiencias negativas respecto a las actividades de cada género

En general, la industria TI es ahora un espacio más amigable, maduro y avanzado para las mujeres. Sin embargo, el progreso en este tema es algo lento, ya que la participación activa de las mujeres es todavía menor y conservadora. Por el momento, no he visto un repunte sólido.

Es importante señalar que la industria de las Tecnologías de la Información ofrece a las mujeres diversas posibilidades de desarrollo profesional y personal, como permitirnos trabajar de forma remota y flexible, facilitando así nuestra labor como madres.

Debemos valorar y reconocer a las mujeres que nos precedieron porque tuvieron que enfrentar prejuicios muy fuertes y experiencias negativas respecto a las actividades de cada género. Son una gran fuente de inspiración, fueron muy valientes y, con su aptitud, facilitaron que mi generación se insertara mejor en el mercado laboral de la informática. Fue un gran desafío.

En el ámbito laboral, no debería haber diferencias, especialmente en el siglo XXI, en el trato entre hombres y mujeres. En particular, yo me relaciono con las personas de la misma manera, dejando de lado las cuestiones de género, edad, entre otras, y espero lo mismo de mis otros compañeros de trabajo.

Se dice que nos diferenciamos de los hombres porque tenemos más inteligencia emocional y que somos más delicadas en las relaciones interpersonales, pero esto es muy relativo.

En el contexto del Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, puedo afirmar que lo más importante es creer en nosotras mismas y en nuestras capacidades, dejando de lado los prejuicios sociales, y siendo siempre conscientes de que podemos aportar mucho en cualquier segmento del mercado.

Ahora bien, dentro de la compañía a la que represento, Panduit, la equidad de género ha sido un proceso natural y se está dando dentro de su ecosistema comercial, el mismo que incluye integradores, instaladores y distribuidores.

La presencia de las mujeres dentro de la compañía se ha dado de forma orgánica y no hemos recibido un trato diferenciado al de los hombres por ser mujeres y no espero lo contrario.

En esa línea, Panduit ha sido una de las primeras firmas en considerar e incluir el talento femenino dentro de su organización, de esta manera, promueve la equidad de género en el campo laboral, a la vez, que destaca las aptitudes de sus colaboradores en igualdad de condiciones.

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