El crédito vehicular es un producto financiero destinado a financiar la compra de un carro nuevo o usado. Este producto es otorgado por las entidades financieras de operaciones múltiples, reguladas por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP’s (SBS). A la fecha, son 16 las entidades financieras que registran créditos vehiculares en sus balances, entre bancos, empresas financieras, cajas municipales, rurales y edpymes.

“Hoy en día las personas desean adquirir un vehículo como un medio de transporte ya sea para viajar, hacer compras o simplemente salir a realizar diversas actividades” afirma Marcela Pinzón, Middle Office Head de Experian Perú, quien además asegura que “la compra de un vehículo es un activo de primera necesidad para aquellos que lo ven como un medio de trabajo, como por ejemplo el servicio de courier que ha despegado durante el último año, o los servicios de taxi remisse”.

En ese sentido, Marcela Pinzón deja algunos consejos a tomar en cuenta si usted se encuentra evaluando un crédito vehicular.

Primero, debe quedar claro que cada crédito tiene su función, y en este caso, el crédito vehicular es el que debe solicitarse para conseguir un auto. Esto debido a que este tipo de préstamo tiene menores intereses que otros, como el crédito personal.

Adquirir el crédito en moneda nacional (soles) para evitar las volatilidades del tipo de cambio. Si se solicita el préstamo en dólares y sube el tipo de cambio, podría terminar pagando un monto mayor a lo presupuestado.

Comparar las Tasas de Costo Efectivo Anual (TCEA) que cobran los bancos. Este es el indicador más adecuado que el usuario debe evaluar puesto que representa el costo total del crédito. Esta tasa incluye intereses, comisiones, seguro de desgravamen y todos los gastos administrativos; los cuales son usados para calcular la cuota de pago mensual. También se debe evaluar otros criterios como la tasa moratoria o la penalidad por pago atrasado, para determinar cuál banco es el más conveniente.

Pinzón aconseja no tomar créditos vehiculares con plazos muy largos porque el monto de interés a pagar resultaría demasiado alto. De preferencia tomar un préstamo a 2 o 3 años.

Por último, es ideal conocer su comportamiento financiero y revisarlo constantemente, ya que tener un historial positivo permite negociar mejores condiciones crediticias con las entidades bancarias o financieras. Para observar su historial de crédito puede descargar la aplicación ‘Mi Sentinel’, en la que se refleja la información de todas las obligaciones o créditos del usuario, incluyendo pagos y retrasos.

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